«Las plantas nos dan de comer y nos ayudan a prevenir y a cuidar enfermedades, el gobierno debería mimar mucho más las investigaciones que se centran en conocer mejor a las plantas», así de claro se manifiesta Rafael Lozano, máximo representante de la política científica en agricultura a nivel nacional del Ministerio de Ciencia e Innovación.

Lozano estuvo ayer en la Estación Experimental del Zaidín (CSIC) para ofrecer una charla sobre el estado de la investigación agraria en España y las políticas que la rigen. Según el experto, las dos líneas de futuro en este ámbito son la genética aplicada y la biomasa. Sobre la primera de ellas explica que alterar genéticamente a las plantas es una fórmula muy eficaz para «hacer los cultivos tolerantes a plagas y a enfermedades y mejorar la calidad del producto final», además de para «conseguir elaborar sistemas de cultivo más sostenibles, con un menor consumo de agua y sin usar pesticidas o compuestos que contaminen el entorno», añade.

Por otro lado, el experto asegura que es imprescindible optimizar la producción de biomasa en el país para que ocupe el lugar que le pertenece como fuente renovable.

El investigador granadino relata que aunque la agricultura está muy desarrollada en España, «estamos en una situación ampliamente mejorable y nuestro país debería apoyar mucho más a estas investigaciones», un hecho que, según el experto, ya se ha producido en otros países como Holanda, Francia, Reino Unido o EE UU.

Lozano indica que el avance y el progreso de este sector pasa por tres pilares, el primero de ellos es la investigación básica, que consiste en el trabajo de base y que es esencial como punto de partida. El segundo es la investigación aplicada, es decir, buscar una manera de mejorar la productividad a partir de esa base. Y el tercero reside en conseguir una interacción efectiva entre poder público y privado para financiar dichos proyectos.

Más información: Ideal.es

Andrea Brentán, consejero delegado de Endesa, eléctrica controlada en un 92% por Enel, puso ayer en tela de juicio las últimas grandes decisiones del Gobierno en materia energética.

Brentán, que compareció en la subcomisión del Congreso constituida para definir la estrategia energética de España para los próximos 25 años, unió su voz así a la de otros directivos eléctricos, como Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, que acudió a la misma comparecencia la semana pasada.

Brentán reclamó que se extienda la vida de las centrales nucleares existentes en España a 60 años, frente a los 40 años de vida útil que pretende el Gobierno, o que se considere la opción de construir nuevas plantas para garantizar el equilibrio del sistema. Endesa comparte al 50% con Iberdrola la central nuclear de Garoña, en Burgos. El pasado mes de junio, el Gobierno decidió el cierre de esa instalación en 2013, en lugar de extender su vida útil.

Improvisación

“La decisión nuclear se tiene que tomar en los próximos años. Hay tiempo. Ojalá que no sea tan improvisada como la de Garoña”, dijo Brentán. La opción de prescindir de la energía nuclear tendrá un efecto “muy negativo” en la consecución de los retos del sector energético: seguridad del suministro, sostenibilidad y eficiencia en costes o competitividad, dijo. Hace unos días, Sánchez Galán cifró en 35.000 millones de euros adicionales la inversión necesaria para sustituir a las nucleares.

Por otra parte, Brentán también pidió que se abra una reflexión en cuanto a cómo repartir el sobrecoste que supone para el sistema eléctrico el modelo de primas a las energías renovables, y la conveniencia de atribuir una parte a los Presupuestos Generales del Estado.

Para Brentán, hay que avanzar en eliminación de las distorsiones que provocan en el mercado las renovables y evitar que éstas participen en la formación del precio de la electricidad. Brentán pidió que también se mitigue la distorsión que podría causar el carbón nacional y las ayudas que el Gobierno quiere introducir para que las eléctricas quemen ese mineral en sus centrales.

Más apertura de mercado

Brentán también pidió que se liberalice más el mercado, y se rebaje el listón establecido ahora para que los usuarios puedan acogerse a precios regulados, desde los 10 kilovatios a los 3 kilovatios.

Más información: Expansion.com

La red eléctrica del futuro

16 diciembre 2009

«Smart grids» es un término americano que se asocia a las redes inteligentes que se crean para mejorar, por ejemplo, los suministros de energía. Parece algo ajeno a este país, pero en España empezarán a utilizarse estas redes el próximo año, concretamente, en Castellón.

Más de 100.000 contadores de la luz inteligentes o electrónicos se instalarán a lo largo de 2010 en las viviendas castellonenses para optimizar el consumo eléctrico de los cerca de 175.000 habitantes que tiene la ciudad. Se trata de un proyecto pionero que pondrá en marcha Iberdrola siguiendo las recomendaciones de la Comisión Europea, una iniciativa que también permitirá automatizar los 600 centros de transformación que alimentan a la capital castellonense.

Está previsto que en los próximos años la multinacional española extienda este novedoso sistema a todas las zonas donde presta el servicio eléctrico, un proyecto que en su conjunto supondrá la creación de 25.000 empleos de alta cualificación.

Los nuevos contadores se asemejan a los mandos digitales de los aparatos de aire acondicionado que se instalan en las paredes, donde se puede ver y regular la temperatura o la potencia del aire que generan.

En el caso de los contadores de la luz electrónicos, éstos ofrecen información detallada de los consumos, «lo que permitirá al cliente realizar un consumo más eficiente de la energía eléctrica en un futuro». De forma paralela la compañía podrá medir el consumo eléctrico a distancia, explican desde Iberdrola.

Más información: Lasprovincias.es

energias-renovables-nuclear-endesa-enel-sostenibilidad-medioambiental-energetica-futuro-energeticoEl consejero delegado de Endesa, Andrea Brentan, aseguró hoy que «las nucleares son una parte de la solución y no del problema», y se mostró partidario de dar preferencia a la entrada en el ‘pool’ de energías renovables «maduras» como la eólica, en detrimento de otras tecnologías menos desarrolladas.

Durante su intervención en la 44 reunión de altos ejecutivos de la Comisión de Integración Energética Regional Iberamericana (Cier), Brentan defendió además el «fomento de técnicas de carbón más limpio», la construcción de interconexiones eléctricas y la «independencia» de los reguladores energéticos.

Las renovables, aseguró, «son fundamentales para alcanzar los objetivos de sostenibilidad», pero «no tienen que distorsionar el funcionamiento del mercado y tienen que incluir mecanismos para que las más maduras, como la eólica, entren antes en la formación de precios de mercado».

Por otro lado, el consejero delegado de Enel, Fulvio Conti, aseguró que tanto la eléctrica italiana como Endesa serán «activas en el desarrollo del coche eléctrico». Estas empresas, dijo, se han comprometido «tanto en el desarrollo de infraestructuras» energéticas como en «la participación en pruebas» en ciudades como Barcelona o Sevilla.

El directivo pidió a los gobiernos «un apoyo decidido en la consecución de las estrategias» y destacó la importancia de la colaboración pública y privada en el desarrollo de nuevos proyectos que permitan «solucionar la ecuación energética» y procurar un suministro «seguro, competitivo y sostenible».

Más información: Europapress.es

revolucion-energetica-cambio-climatica-energias-renovables-alternativas-mix-energetico«Hemos seguido una trayectoria equivocada en el uso de la energía y, si no la corregimos de forma revolucionaria, vamos a terminar el siglo con un aumento de la temperatura de 6ºC. El equilibrio del planeta está en juego».

La advertencia la lanzó ayer en Madrid el director de la división de análisis económico de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Fatih Birol, que presentó un informe monográfico sobre cambio climático que muestra que el sector energético y la financiación serán las claves para un acuerdo en la próxima cumbre del clima en Copenhague.

La AIE alerta de que el coste de no hacer nada, es decir, de no llegar a un acuerdo en Copenhague y permitir que la temperatura del planeta aumente en 6ºC o se llegue a las 1.000 partes por millón (ppm) de CO2 (ya se han superado las 350 ppm) ascendería a 500.000 millones de dólares anuales (337.994 millones de euros), además de «consecuencias ambientales catastróficas», indicó Birol.

Frente al coste de la inacción, la agencia apunta que las inversiones necesarias para cambiar el modelo deberían ascender en los próximos 20 años a 3.500 millones de dólares (2.363 millones de euros).

En 2030, el 60% de los coches deben ser eléctricos o híbridos

La AIE ha analizado las medidas que se deberían adoptar en el sector energético para que la temperatura del planeta no se incremente más de 2ºC y que las emisiones de gases no excedan, por tanto, las 450 ppm.

El sector energético es responsable del 66% de las emisiones del planeta y, en el caso concreto de España, del 78%. El mix energético que propone la agencia incluye una apuesta por las energías renovables, la nuclear y la tecnología de captura y almacenamiento de dióxido de carbono (CO2).

Más información: Publico.es